Y ahora… ¡la rodilla!

Queridos todos:

Como la mayoría ya sabréis, el abuelo Llopis se ha vuelto a lesionar. Y no, esta vez no ha sido ninguno de mis tobillos ya que los reyes me han traído unos especialmente diseñados para mi. Tampoco ha sido el escafoides ni otros huesos similares. Ahora tocaba innovar y para ello qué mejor que tentar a la rodilla.

Luchaba con Rafa Escalante por un balón cerca del área procedente de un contraataque en el que el equipo rival pretendía empatar el encuentro. El balón venía por el aire y aunque la forma exacta no puedo describirla, sólo recuerdo que acabé pisándolo y echando todo el peso de mi cuerpo sobre la rodilla derecha. Tres crujidos bastaron para que lo siguiente que recuerde sea el rabiar de dolor tirado en el suelo, agarrándome a cualquier cosa que quedara a la altura de mis manos (tobillos y muñeca de Paco, los de Rafa… y no sé si algo más).

A Urgencias me bajó Nacho y entré tiritando, no sé si de frío o de susto (nunca de miedo). Paco y Frasu bajaron detrás con su coche por aquello de acompañar y estar por si se les necesitaba (gracias una vez más a los tres). Según pasaba el rato me sentía mejor hasta que finalmente me pincharon un buen calmante que por el momento me hizo olvidar el por qué estaba allí. Tras la radiografía me mandaron para casa con la rodilla vendada, se ve que era todo lo más que en un hospital se podía hacer.

Al día siguiente acudí a mi buen amigo Luis Baños no sólo para que me dejara como nuevo sino principalmente para que me diera el diagnóstico que en Urgencias la noche anterior no habían sabido darme.

Luis me indicó que los dos meniscos (el medial y el lateral) estaban tocados, también los ligamentos colaterales y tendones interiores y el ligamento cruzado… ahí es nada. La tibia estaba desplazada fruto de la distensión y el vendaje mal puesto estaba haciendo de torniquete por lo que el derrame que se había producido fruto de la rotura parcial de ligamentos no estaba drenando correctamente.

Tras pasar un mal rato salí mucho mejor de su consulta si bien hasta que la resonancia no hable por sí misma no sabremos si de esta me quedo cojo o no (bueno, yo sí sé que un par de meses vuelvo a los terrenos de juego). Nacho y Guille llamaron a lo largo del día para ver que tal estaba la cosa y Briki también se acordó de mandar un sms para preguntar. Gracias a todos por preocuparos, también a los que no lo hicísteis directamente sino a través de otros.

En fin, ya sabéis, una experiencia más, que es como me gusta ver estas cosillas que pasan de vez en cuando…

P.d. Y hablando de fútbol… recordar que el pasado día 2 jugamos el tradicional trofeo «Luke´s de Navidad» en el que nuevamente el combinado Jiennense, este año compuesto por Buda, Rodri, Álo, Ramón y mi persona, ganó a los hermanos organizadores en un partido de altísimo nivel, muy igualado y en el que todos sin excepción nos dejamos la piel, los pulmones y el sudor de los últimos meses.

¡Y ahora… QUÉ VIVA EL FÚTBOL!