Para los que viendo este post piensen que soy uno de esos frikis o enfermos de la serie… les diré que no es el caso. Prueba de ello es que el último capitulo lo vi anoche, algunas semanas después de que se emitiera en la televisión. Eso sí, soy un gran fan de la serie, una serie que me ha parecido una obra de arte desde la primera temporada.
No soy persona de televisión, me parece que la programación actual (así como la de hace muchos años) es prácticamente basura, una basura que destruye a la persona, que transmite tan solo mensajes narcisistas, egoístas, sexuales, de poder, fama y riqueza. Luego están las noticias… que más que informar lo que hacen es desinformar y manipular… pero bueno, de todo esto ya hablaremos en otro post.
La serie Perdidos la empecé a ver a finales de 4º de carrera, en una asignatura optativa que escogí y que no recuerdo muy bien como se llamaba (programas de ficción o algo así). El profesor era un friki (y sabelotodo) de las series en general, y usaba muchos trozos de la primera temporada de Perdidos como ejemplo. Por aquel entonces no me enganché mucho… pero luego todos mis amigos empezaron a verla (MAX entre ellos) y claro, como cuando nos juntábamos no se hablaba de otra cosa… pues tuve que empezar a verla en serio… y me enganché yo también.
Anoche viendo el último capitulo recordé muchas cosas de estos últimos 4 años en los flashbacks que hace el episodio… desde que el avión se estrelló hasta la muerte de personajes entrañables. ¡Que grandes recuerdos! Anoche hubo momentos especialmente emotivos (ojo, lagrimitas y tonterías para otro momento… que esto es una serie). Me acordé por ejemplo cuando quedamos todos los amigos en casa de Elena para ver el final de la quinta temporada, de alguna noche de viernes o sábado que no salí para ver los últimos capítulos que me había bajado (ahí si era más friki… lo reconozco), de la camiseta de Dharma que me regaló un año Javi Amate para reyes, de las pegatinas que queríamos hacer para nuestros coches, de mis compañeros de clase con los que compartí esa asignatura y del auténtico lío que le busqué al profe porque no quería hacernos un examen parcial antes del final (la famosa historia de Elia Cambón eh Fernan?)… En fin, que me voy a poner sentimental otra vez.
Volviendo a la serie… como decía al principio me parece una auténtica obra maestra. El cómo están caracterizados los personajes, el cómo se desarrolla la historia, la forma en que cada temporada da un giro radical (esta serie no era como otras «más de lo mismo»), como lo pasan mal, como sufren juntos, como llegan a odiarse y a reconciliarse, como hay secretos que se van desvelando muy poco a poco… me encantó (y no voy a contar más) cuando anoche veía a John Locke perdonar a Ben Linus (el personaje con el que más me he identificado estos años, mi ídolo si podemos llamarlo así)… «si te sirve de ayuda Ben, te perdono»… la piel de gallina. El final de la serie… pues sé que a mucha gente no le ha gustado… a mi ni me ha gustado ni me ha dejado de gustar, era muy difícil resolver la situación… Personalmente prefiero quedarme con todos esos capítulos de estas 6 temporadas más que con los últimos 10 minutos del último capítulo.
Os recomiendo a todos los que no la habéis visto que la veáis. Sé que lleva tiempo, joé, son 6 temporadas… casi 120 capítulos de 45 minutos… pero es que merece la pena. No entiendo a los que se regocijan de no haber visto nada, de los grupos de Facebook «yo tampoco he visto nada de Perdidos»… son graciosos… yo creía que era gracioso cuando pavoneaba de no haber visto «Titanic»… pero ahora me doy cuenta de lo tonto que he sido… y todo «por ser distinto», «por ser guay», “por ser rebelde y llevar la contraria”. Nunca es tarde amigos, si la queréis ver como sino… sólo conozco una serie mejor que ésta (Expediente X) y sólo una con la que realmente me he reído y disfrutado más (primeras temporadas de Los Serrano y sus famosos SPD (“Serran People Day”).