¡Campeones del mundo!

Es imposible escribir un post sobre lo que ayer vivimos, sobre lo que ayer sentimos, sobre lo que ayer conseguimos. Ayer posiblemente fue uno de los días más felices de mi vida, uno incluso de los más importantes… ESPAñA, nuestra selección, campeona del mundo!

La cosa pintaba mal cuando perdimos nuestro primer partido ante Suiza (1-0). Este primer partido, así como el segundo frente a Honduras (2-0) lo vimos todos los amigos en la casa de Víctor, muy bien decorada para la ocasión. El tercero, frente a Chile (1-2) tuve que verlo en San Telmo, jugándonos el pase para octavos. Fue increíble. Una pantalla gigante no, lo siguiente… todos los compañeros unidos con camisetas rojas, unas cervezas para el descanso y unas pizzas para la cena… vaya detalle tuvo Chema organizándolo para que lo viéramos allí y encima desde el minuto 1.

Ya en cuartos nos tocó ganarle a Portugal en el día de San Pedro y San Pablo (1-0). Lo vimos en los patios del residencial de Jota que nos invitó para la ocasión. En los cuartos nos tocó ganarle a Paraguay (0-1) aunque para este partido nos lo montamos mucho mejor con una barbacoa impresionante en mi casa. La locura se desató cuando Casillas paró el penalty y cuando Xavi Alonso metió el suyo hasta que nos dimos cuenta de que lo habían anulado. Durante buena parte del partido estuvimos cantando aquello de… «FERNAAAANDO TOOORRESSS, LOLOLOLOLO FERNANDO TORRES», y fue Villa el que finalmente sentenció a pocos minutos del final. Sin duda y junto con el de ayer, me quedo con estos dos partidos.

La semifinal contra Alemania (0-1) la vimos nuevamente en casa de Víctor. Cuando acabó el partido todo Jaén se echó a la calle para celebrarlo como si de la final se tratase… el parque del boulevard colapsado, la gente bañándose en las fuentes, pitando, cantando… Hasta que ayer llegó la gran final.

Y la gran final de un mundial en el que España tenía todas las de ganar no podía verse como un evento más, ayer iba a convertirse en el día más grande que jamás recordemos… y había que hacer por tanto algo especial. Y encima y lo mejor era que Alo estaba en Madrid… así que tempranito cogimos Sharky y yo y tiramos pa’ rriba. Llegué antes de comer, lo recogí del piso de mi hermana para ir a Misa, tomamos una caña, comer con ella e irnos directos a la zona de Serrano para empezar a meternos en ambiente con otros amigos suyos. El calor en la calle era insoportable así que entramos a un VIPS a por cerveza… y como allí se estaba a gusto nos quedamos a tomarlas en la misma tienda. Después encontramos un bar que parecía que nos estaba esperando (todo estaba a reventar y ese precisamente tenía mesa libre en el salón) así que allí nos quedamos con otro grupo de chicas que se reunieron igual para la ocasión.

La primera parte estuvo entretenida… sin más. En la segunda, cada minuto que pasaba yo me ponía más nervioso hasta que llegó la prorroga y el gol de Iniesta en los últimos 5 minutos. La alegría se desbordó como río fuera de cauce y nos inundó a todos. Abrazos, abrazos más fuertes, botes, cantos… la tensión y el sufrimiento desapareció hasta que el pitido final nos daba la victoria frente a Holanda (0-1) y la victoria por ende del mundial.

Tan pronto pudimos nos echamos a las calles donde lo estuvimos celebrando hasta altísimas horas de la madrugada por Castellana, Colón, Cibeles, Neptuno… paseo para un lado y para otro. Todo el mundo con un ambiente genial, con todos podías hablar, hacerte fotos, cantar… anoche era como tener 1 millón de amigos, de amigos que sentían exáctamente lo mismo que tú, que pensaban como tú, que eran felices.

Tras la fiesta tocó volver a casa sin que hubiera forma alguna de coger un taxi… tiene narices que Madrid, la gran capital de España no disponga de taxis «por doquier» en días como estos… En fin, el paseo no fue lo mejor de la noche y menos sabiendo que al día siguiente se trabajaba… pero esto ya es otra historia que ni mucho menos empaña el gran día.

Vaya mundial, que bien me lo he pasado, que gran acierto el subir ayer a Madrid y verlo con mi amigo y los suyos… de verdad, es imposible escribir lo que aún siento… pero estoy seguro que no por ello algún día se me olvidará. ¡¡¡VIVA ESPAñA!!!