La verdad es que hoy, día de todos los Santos, viene como anillo al dedo dejar algo por escrito de lo que pienso sobre la muerte ya que además algunos me lo habréis oído decir más de una vez. Hace mucho que pienso así.
La muerte es algo de lo que muchísima gente no quiere ni oír hablar… es más, quizá este post se convierta en el menos leído del blog (cosa que ya sabéis que me da igual porque aquí va a quedar para siempre). Yo no sé si esa gente cree que evitando el tema se librarán de ella o simplemente si es que lo evitan porque les da pánico ponerse en esa situación mental (más que nada porque no saben dónde acabarán ni que vendrá después). A mi, sinceramente, es un tema más como otro cualquiera, a día de hoy creo que voy con los deberes hechos y que antes o casi seguro después del purgatorio… acabaré entrando en el Cielo.
Creo que sólo hay dos secretos para que la muerte nos la repanpinfle. Uno: saber que nos va a llegar queramos, lo asumamos o no. Dos: sabiendo que si nos llega y estamos preparados… al fin y al cabo este peregrinar por la tierra habrá merecido la pena. Eso sí, principal problema: que no sabemos ni cuando, ni dónde, ni de que manera. Solución: estar preparado las 24 horas del día y los 365 días del año.
¿Preparado? Hoy lo decía el cura en la homilía: cuando nos muramos no se nos va a juzgar sólo de haber ido a Misa, de habernos confesado, de haber rezado más o menos… él ha dicho que eso será una parte, pero otra también muy importante será en la que se nos pregunte si hemos dedicado la vida a intentar hacer felices a los demás, queriéndolos, perdonándolos, ayudándolos, acompañándolos en los momentos difíciles, mostrándoles el camino correcto, siendo amables con ellos… (caridad y bienaventuranzas en resumen) o si hemos ido a nuestra puñetera bola dejando más penas que glorias a los que nos rodean. Lo de morir en gracia de Dios (sin tener pecados mortales) no sólo está muy bien sino que es indispensable para poder llegar a la segunda parte y no irnos directos «pa’ bajo»… pero vamos, que de nada sirve ser muy “beata” si descuidamos todo lo demás (y ojo que también nos pedirán cuentas de lo que hemos dejado de hacer). Ahm, por cierto, que el ‘Jefe’ tampoco creo que sea un cazador que está deseando que metamos la pata para “cazarnos”… si cada día nos esforzamos por vivir cristianamente como pensamos (y no para según que cosas pensar como vivimos e ir picoteando de lo que nos interesa según que caso…) yo no creo que eso deba preocuparnos lo más mínimo.
No obstante el post lo quería enfocar más sobre mi propia muerte (de ahí lo de atar cabos) y vaya introducción he metido… voy al tema.
En primer lugar el día que me muera no quiero más lágrimas de las necesarias. Yo sé que es de humanos llorar y sentir pena por la falta de alguien querido, y sino que me lo digan cuando falleció mi abuela hace un año que no pude evitar salir a las escaleras del hospital a desahogarme allí mismo, o al día siguiente ponerme delante del Sagrario y echar otro rato… y mira que si de algo no hay duda es de que mi abuela entró en el Cielo ese mismo día y por la puerta grande… El día que falte: a estar contentos, a animar a mis familiares y a mis amigos que serán los que peor lo lleven… y si hay que llorar, lo justito y a escondidas (para no apenar al resto). Bueno, en verdad os dejo llorar si por algo en los últimos años de mi vida me he convertido en un “dejao”, en un “notas”, en un sinvergüenza… sobre todo por lástima de mi y del resto de eternidad que voy a pasar entre ascuas. En otros casos… NO (y que sepáis que me voy a encargar de que esto no pase para no daos el mal rato). A ver, que queréis, ¿qué desde donde esté os vea tristes y hundidos? A mis amigos, a mis familiares, a mis colegas “hechos polvo” por mi culpa… que no eh?
En segundo lugar, que donen mis órganos (suponiendo que sirva alguno, que ya lo dudo jajaj). Así por lo menos acabaremos haciendo la última buena obra y felices a unos poquitos.
Lo tercero es que paso de que me incineren porque cuando falleció mi abuelo así lo hicimos por voluntad suya y fue un trance fatídico. A mi que me metan en el agujero que así por lo menos los gusanillos tendrán para darse un festín. Además, soy tío de tradiciones… y quien rompe con la tradición se equivoca jejejej.
Cuarto: todo el mundo a rezar como campeones y a confesarse los que lleven tiempo sin hacerlo para ofrecer Misas y comulgar todos los días que se pueda, empezando por el funeral (por cierto, que alguien se encargue de que en el funeral haya algún cura confesando y en mis últimos instantes también que haya un cura cerca vaya a ser que el diablo meta el rabo y los cuernos por medio…). Cuando entre al Cielo ya os devolveré con creces el favor. Y el cura que predique en el funeral…pues que sea algún viejo amigo como Donfer, Berlanga o Navarrete.
Quinto: ni visitas al cementerio más allá de lo preciso (al principio digo yo que por la morriña), ni flores el 1 de noviembre, ni rollos de esa clase. Es más, los 1 de noviembre, con eso que os ahorráis en flores, hacéis una buena comilona y habláis de mi un rato. Por cierto, si seguís jugando al fútbol espero que me dediquéis algún gol de vez en cuando 😉
Sexto: lo poco que pueda tener que se encarguen mis padres o llegado el caso mi mujer de repartirlo. Si algún día tengo mucho ya dejaré yo el testamento hecho :p
Séptimo: sé que no lo haréis… pero por mi después del entierro os vais a tomar unas cañas y si la cosa se empista acabáis de copas (que no de borrachera)… pero al día siguiente a Misa eh!
Octavo: cuando ya creáis que estoy en el Cielo a pedirme cosas como campeones… que no quiero aburrirme allí ni que perdamos el contacto. Ya sabéis que yo de “chanchullos” entiendo un rato y si es bueno para vosotros ya me las ingeniaré para conseguirlo.
Bueno lo dejo aquí que no quiero ponerme pesao ni cansino y creo que queda muy claro lo que hay que hacer (además, el 8 es mi número favorito así que buen número para acabar). Yo sé que lo que digo en este post muchos no lo vais a entender ni a compartir… pero ea, para eso es mi blog y para eso estas son mis últimas voluntades. Y además, ya que todo está claro (por aceptar que la muerte es algo que nos espera a todos no quiere decir que nos vayamos a morir antes ni que tenga ninguna gana de morirme) ya sólo nos queda vivir y aprovechar cada día como si fuera el último, ¿no os parece?
Os dejo esta canción cuya letra es genial. ¡Salud surmanos!
P.d. No suelo herir a la gente (por supuesto voluntariamente jamás) y si meto la pata me gusta pedir perdón lo antes posible… Pero como esto nunca se sabe, si el día que me llamen dejo alguna herida abierta desde aquí pido perdón como de todo corazón perdono a aquellos que se hubieran declarado mis enemigos sin que yo los tuviera como tales (FF).
Posts relacionados: 60 años que murió Manolete, unas horas que lo hizo Puerta, la sin razón del miedo.
Ante todo decirte que me emocione con tu post. ¡hasta alguna que otra lagrimilla se me escapó!!
Decirte que de la muerte no hay que tener miedo. Ni de hablar de ella, pues es un tema como otro cualquiera que esta a la orden del dia. Ni cuando te llegue la hora.
Yo me imagino que hay otro lugar despues de la muerte. Un lugar puro, donde te esperan todos tus seres queridos (familiares, amigos….) un lugar donde la guerra e hipocresia que hay aqui se transforma en paz y tranquilidad.
Incluso hace tiempo (cuando mi padre murió) escribi acerca de este tema. y dice:
Digo yo:
que como será el mundo que hay detras de la oscuridad. Cuando te vas y nos dejas, tu alma se irä, a otro mundo bello, lleno de luminosidad……
Todo blanco y puro, igual que cuando nacemos.
Todo lleno de paz y amor, como Dios tiene en su corazön.
Llegas y ves, a tus seres queridos. La gente que te quiere y te dan un abrazo infinito……
Respiras paz, sientes tranquilidad. Y todo lo que te rodea, una infinita bondad….
Desde alla arriba, ves a tu gente, los dias pasar, y cuando los ves tristes, los intentas ayudar.
¿Será por eso que sicen que con tu ser querido soñaste?
¿Será que vino para decirte que no llores mas, que esta en un lugar genial, y siempre contigo estará?
Desde arriba, si que siempre he pensado que nos ayudan y velan por nosotros. Que cuando decaemos, sempre vienen para apoyarte y animarte. Aunque no los veamos, los podemos sentir……
La donación de organos despues del fallecimiento, siempre la he considerado genial. ¿para que necesitas tus organos despues de muerto? ¿porque los vas a enterrar contigo, si hay gente que los necesita para poder seguir viviendo?
Me encantó, como te dije antes tu post, y gracias por hablar de un tema que para muchos sigue siendo tabú.
Mis mas sinceras felicitaciones por la gran brillante publicación.
Cristina Cenalmor Gonzalez
Hombreee Jesús!! por fin un post tuyo! ya lo estaba echando de menos y mucho (aun me acuerdo cuando a mediados de verano te dije que echaba en falta tus publicaciones por aquí). Un post genial, en algunas cosas que dices me identifico, pero con tu post ya he sabido como ponerle «pies» y «cabeza» a esas ideas que yo tenia pero no sabia como expresarlas. Eso de que cuando te mueras nos tomemos unas cañas y si la cosa se «complica» unas copitas, ya sabes como puede que acabe la noche jajaja.
Espero que no tengan que pasar otros 3 meses para que te veamos aparecer por aqui 😉