Y llegó el día 8. Alo bajaba de Madrid en AVE muy entretenido completando por primera vez su cubo de Rubik. Jota y yo salíamos de Jaén después de comer, parábamos a por Carmen y recogíamos al pollo del tren (a punto estuvimos de hacer una frenada de emergencia… pero Carmen no nos dejó :p). Sincronización milimétrica, el horario se cumplió y a las 18.15 ya estaba el grupo más que completo. Paco, Juanitín, Miguel y Nacho también venían de Jaén, pero saldrían tarde. Ya nos informarían.
Nos fuimos al hostal, dejamos las maletas, nos cambiamos y… ¿cuál es el plan? El plan es que no hay plan… así que a poco que hicieramos saldría bien. Empezamos a andar sin rumbo hasta que encontramos la primera terracita donde nos tomamos un par de tercios bien fresquitos haciendo hora y echando unas buenas risas.
Para cenar fuimos a un bar en Teatinos bien animado por un palomo un tanto «cojo». Por no muchos denarios, y por supuesto guardando la vigilia a base de gambas, nos pusimos hasta las trancas. Foto con la rubia y digestivo en una terraza cercana donde se estaba muy a gusto (estos planes de conversación relajada molan a saco), pero esa noche también apetecía un poquito de pub y buena música. Taxi y… rumbo al centro.
Fotos por la calle, una relaciones públicas que nos lleva al huerto, nosotros que nos salimos del huerto y otro relaciones que muy amablemente se presta a dejarnos las copas baratas… joé, y tan baratas! 7 copas por 20€.. illo, ¡dónde se ha visto eso! Llegaron Paco & CIA (que casualmente venían también del garito del palomaco) y volvimos a echar unas buenas risas. Me raya que la gente no deje de entrar y salir para fumar a la puerta… pero bueno, tal y como están las cosas es algo a lo que me tendré que acostumbrar, igual que al maravilloso olor con el que a falta de humo se perfuman estos antros.
De vuelta al hostal llegó la gran sorpresa de la noche. Todos los taxistas de Málaga se habían enterado de que me graduaba y ninguno quería perder el honor de llevarme al hostal en mi última noche como común de los mortales así que todos me esperaban a la salida de calle Larios… Bueno, eso es lo que se me pasó por la cabeza en un alarde de ¿humildad?, pero más bien lo que nos habían preparado era una huelga espontánea por no sé que rollo de un policía con pistola (vamos, que allí no tenía ganas de trabajar ni el pipi). Había 500 millones de taxis en la zona y con tanta luz verde llegué a pensar que estaba en un campo de fútbol… Pero no, en verdad lo único que estaba claro es que ninguno nos llevaría a la casa de enfrente. Alguien se tensó, Jota, Alo y yo empezamos con el cachondeo para no perder la costumbre…
– «Nene ni pollas, que estamos en la otra punta de Málaga y son más de las 3!»
– «Pues… vamos andando»
– «Sí, con algo de suerte llegaremos directos al acto…»
– «Por aquí no habrá ningún sitio para un kebab?»
– «Mejor nos echamos otra copa…»
– «Podemos hacer auto-stop…»
Como véis a cual idea más genial… No sé si el resto también lo hizo, pero yo aproveche entre gracieta y risa para decirle a Ramón que esta broma no tenía demasiada gracia y bueno, como suele pasar se encargó de arreglar el entuerto. Acera de enfrente (ya se veía venir desde la cena jajaj), taxi, luz verde, ¿está usted de huelga o nos lleva? ¡Suban, que nos vamos! oooooooleeeeee!
Carmen y Jota se quedaron en la puerta del hostal fumando, Alo y yo entramos… ¿una croqueta en los pasillos que ya es 9 de abril? ¡claro que sí joder! por no comentar chorradas varias en el ascensor, ascensor que se para mientras alguien anda por los suelos… llegan a abrir la puerta y hubieran sido… ehm, sí, lamentable jqjqjqjq (fotos que jamás saldrán a la luz (eh! :p) dan prueba de ello). Y ya en la room gabinete de crisis… joder, que falta echar la penúltima! El recepcionista no estaba por la labor de ponernos ni una mala botella de agua, el hospital perece ser que estaba cerrado… pues nada, que no va a poder ser. Ahora si que #mecagoentodoloquesemenea #jodercoñoputa! De nuevo a la room, un póster para Alo y Jota y a dormir. Total, por una barbacoa… digo, total, mañana aún queda lo mejor!
Bueno, lo mejor no fue la alarma de Alo sonando a las 7.55h… de hecho fue únicamente lo mejor para desvelarme y que me cogiera el portátil y me bajara a los sofás a pasar el rato. Buagh, que digo yo que tampoco haremos un drama de esto no? pero vamos, qué más vale que no se vuelva a repetir o saltaré ipso facto sobre él y le lloverán palos (esta vez con razón).. jajajaj. Me fui a desayunar con Carmen después de que eligiera la corbata y gemelos para la ocasión eso sí, no sin antes llamar por error a la habitación de al lado y comprobar que ni por esas se despertaba el personal. De hecho, alguno por no levantarse a su hora, se quedó sin probar bocado hasta el aperitivo jijij.
El acto de clausura se hizo más bien pesaete, nuestras cabezas estaban en las cañas posteriores (y anteriores). Alguna de las cuatro conferencias hubiera sobrado, cualquiera menos la de nuestra presidenta Sara que haciendo un rápido resumen del curso hizo que a más de uno se nos humedecieran los ojos. Los dos de siempre aprovecharon la confusión para tuitear el acto y compartir con el exterior lo que allí se cocía (sé que nadie nos entiende…). Y ya con el diploma en la mano, el birrete en la cabeza y siendo por fin oficialmente MBA tocó el momento foto para pasar al suculento aperitivo y al increíble almuerzo que nos habían preparado.
La comida fue muy risas, aunque creo que alguno de los comensales podría haber dado menos detalles de la noche anterior a los invitados que no la habían compartido con nosotros jajajaj. En los postres mis padres y Gema me hicieron un «peazo» regalo («no teníais que haberme comprado nada» dije muy cumplidor como la semana anterior jajajaj) y al poco Max también tuvo un par de detalles propiamente para el recuerdo: una hucha para volver a ahorrar otra temporada y a ver si dentro de unos años ya tengo para el iPad 5, y un libro dedicado que Alo había perjurado que era el mejor del mundo y que también Carmen me había recomendado. Qué sepáis que ya estoy con ello y que todos los días antes de echar un buen rato con él releo las dedicatorias y recuerdo este gran día! ;))
Acompañé a Carmen a por su maleta y su amiga Isa la recogió de la pensión. Entre tanto aproveché para cambiarme la corbata porque era hora de lucir la del Atleti! (y mientras los otros dos pollos con sus copazos… joder q rabia!) De hecho, al llegar a San Telmo ya casi no quedaba ni perri pero Fernando se encargó de servirnos la última copilla «destrangis» y partimos con Chema hacia la Sala Arte. Allí estaban Paco & CIA esperándonos y la tarde, o lo que quedaba de ella, terminó pasando rápido entre conversaciones sobre Twitter (somos unos frikis) y según cuentan expresiones del tipo «López… NO-TE-TO-QUES…!
Jota, Alo y yo nos fuimos a cenar unos bocatas cojonudos y estuvimos hablando un rato de cosas interesantes. Tras eso nos tomamos azúcar con mojito, hablamos otro rato y volvimos a la Sala Arte para ver que la noche tocaba su fin con Alo intentándolo pero casi en modo #off. La vuelta al hotel fue «sin más». Cierto era que tras dos días las fuerzas habían desaparecido a unos más que a otros pero no menos cierto es que una retirada a tiempo es una victoria y quizá había que haberlo valorado antes y encabezonarse menos… La conclusión es clara: uno se lo pasa bien si los que están con él se lo pasan bien… O mejor: pásatelo bien haciendo que los demás se lo pasen bien. Lo anotamos!
Domingo de tranqui. A las 12.20 nos echaban de la pensión, a la 1 íbamos a Misa y tras ello partimos en la búsqueda de «El Tintero». Menos mal, sinceramente, que ni íbamos con resaca ni con dolor de cabeza porque habría sido la situación más desagradable de nuestros veinti-tantos años. «Tengoooo chopitooosss», «Por aquí voy con la paella…» «Y yo,….. Cooooobroooooo», «Unos espetos recién salidos….»…. «Y yo, y yoooo, y yo coooooobro!!» eran frases que se entremezclaban con el sonido de una guitarra flamenca y los cantes de un abuelo con tono Camaronil. Alo, Jota y yo nos mirábamos y no podíamos más que reír. ¡Vaya espectáculo chavales!
Tras ello hicimos poco más que no fuera dar vueltas en la toalla bajo los sanos rayos uva de las 15.30h. Mi espalda, y por lo que me han contado la de Jota quedaron bien marcadas por ellos. La verdad es que nunca mejor dicho «el pescado estaba vendido» y bueno, el plan playa en estas circunstancias es para lo que da. A las 19h nos fuimos para la estación, a la entrada de Málaga nos comimos un buen atasco eso sí bien animado con el Atleti y sus goles de fondo (#ReyesSelección). Alo cogió su AVE de regreso mientras nosotros nos bajábamos a Jaén y así, ya en en el Santo Reino y con el último abrazo a Jota se dio por concluido el fin de semana malagueño de mi graduación.
Y esto es, en 3100 palabras y dos post un BREVE resumen de los últimos 18 meses en San Telmo y del fin de semana de la Graduación. No aspiro a que sean los post más leídos por su tamaño pero sí, como el resto de este blog, a guardar por escrito un trocito de mi agitada vida nunca mejor dicho con mis grandes amigos.
Un gran abrazo a todos los que os lo leáis, si llegáis hasta aquí… os lo mereceréis! Y una vez más, a todos los que habéis estado conmigo en estos 3 días, MUCHAS GRACIAS por permitidme celebrar este momento tan importante así… joder, que no me cansaré de decirlo… sois C-O-J-O-N-U-D-O-S! 😉 #HAPPY!
Documento adjunto: recorte de prensa en Diario del Sur