Hoy el día amanecía a las 8.30 tras la gran y agotadora tarde de ayer con Joselu. La sorpresa era ver el cielo despejado, con alguna nube pero invitando a coger un rato la bici. Ayer hizo 2 meses que me operaron del LCA y el menisco y por ahora el Dr. Flores sólo me deja desfogar con este deporte. Pues vamos a ello ¿no?
Ayer Nacho Blanco me contó que había subido al Castillo y yo que me ‘pico’ con facilidad no lo he dudado. Rumbo a Babys donde estaba la bici, av. de Madrid, San Ildefonso, Catedral, Seminario y… aquí empezaba lo bueno: carretera de circunvalación o más conocida como carretera del Castillo.
A los pocos minutos, ahí estaba el desvío. Me he parado un poco, he cogido fuerzas físicas y psicológicas y lo he encarado. El primer repecho: mortal, pero cuanto más duro se hacía, cuanto más costaba, una persona venía a mi cabeza: Alfredo. Por él, por dedicarle mi esfuerzo y porque la victoria estaba arriba y sólo es para los que llegan al final yo iba a subir.
Y entonces, cuando iba más o menos por la mitad: lluvia, primeras gotas de lluvia (como Nacho auguró) que al rato y casi llegando se convertían en pequeños granizos. Vamosssss!
Una foto en la cruz, luego me quejaré cuando se rompa el iPhone porque los 15 segundos que duraba el temporizador se ha empapado jajaj. Un café en el Parador para calentarme y recuperar algo de fuerzas y…… en pleno diluvio….. vuelta a Jaén.
La lluvia y el agua que salpicaba del suelo apenas me dejaban abrir los ojos. Plato grande, piñón alto… a tope y a toda velocidad cuesta abajo. Los coches que subían habrán flipado jajaj. Las manos moradas por el frío, empapao como una sopa… pero una buena ducha caliente ha bastado para estar otra vez como nuevo. Ha sido, sencillamente, increíble!
Y así, con esta gran experiencia, sustituyo como la mejor aquella subida al Puerto de las Palomas en Cazorla desde el Chaparral.
Gracias Nacho porque estar hoy ahí creo que te lo debo, y gracias Alfredo porque como siempre, los que estamos aprendiendo de tu fortaleza, cada vez somos un poquito mejores 🙂
Lo que no se suele decir 